A menudo, las marcas deciden renovar su imagen corporativa para darle un aire más moderno a la marca o llegar a un nuevo público objetivo. Y esta decisión pasa lógicamente por renovar su logotipo.Este es el caso de Burger King, que, el pasado mes de enero, presentó un cambio de logotipo. La cadena de comida rápida apostó por la moda “retro”, dándole un toque más minimalista a su logo para reflejar la evolución de la marca y rendir un homenaje a los 64 años de historia del ‘Whopper’.

Realizar restylings de la imagen de marca es algo que se hace desde hace muchísimo tiempo. La diferencia es que antes no existían las redes sociales y, difícilmente, podía conocerse la opinión de los consumidores frente al cambio. Ahora que no solo puede conocerse, sino que también son las propias marcas las que utilizan esta vía para dar a conocer su renovada imagen corporativa, sorprende que la mayoría de las veces la reacción por parte de los usuarios sea negativa.

Pero, ¿por qué?

Cómo casi todo en este mundillo, aunque detrás existe todo un proceso de análisis y estudiadas motivaciones, el criterio para medir el resultado final es subjetivo. Es decir, lo que a la empresa le parece una acertada y magnífica evolución de su imagen, al consumidor puede parecerle algo feo e incluso anticuado (justo lo contrario de lo que se pretendía conseguir).

Y esto se debe, principalmente, a que los consumidores generamos experiencias y, por tanto, recuerdos, con las marcas y, a veces, le tenemos tanto cariño a una marca (a los recuerdos y experiencias vividas con el producto) que, cuando nos cambian el logotipo, no nos gusta porque sentimos nostalgia del anterior.

Tanto rechazo puede llegar a generar un restyling que, algunas marcas, al ver la reacción negativa de los usuarios, han decidido volver a rediseñar sus logotipos para parecerse al que tenían antes de cambiarlo.

Ahora, os dejamos con algunos ejemplos de marcas que han renovado su imagen corporativa recientemente. Decidnos: ¿qué logo os gusta más, el anterior o el actual?