Recientemente se ha aprobado una nueva versión de la Ortografía de la lengua que suprime algunos de los llamados acentos diacríticos, aquellos que sirven para diferenciar entre palabras que tienen significados distintos pero que, salvo por el acento, se escriben igual.

Algo que, a mi modo de ver, no debería hacerse… Y lo mismo pienso de todas aquellas palabras que la RAE ha aceptado después de años y años siendo mal pronunciadas por una (¿pequeña?) parte de la población. Aquí os dejo algunas de ellas. Yo por mi parte seguiré pronunciándolas y escribiéndolas como me enseñaron en la escuela.

1. Almóndiga:

Aunque la RAE lo define como un vulgarismo, lo cierto es que este término es ya tan correcto como el original de ‘albóndiga’.

2. Madalena:

Además de comerte una dulce ‘magdalena’ puedes devorar también la ‘g’ y decir directamente ‘madalena’.

3. Toballa:

El debate es intenso, pero nada más lejos de la realidad: toballa es un término que aparece en la RAE. Eso sí, la Real Academia puntualiza que, aunque es correcto, se encuentra en desuso en la actualidad, dado al uso generalizado de ‘toalla’.

4. Moniato:

Las patatas son moniatos. No es una errata. La RAE acepta este término con el mismo valor que ‘boniato’, en referencia a este tipo de alimento.

5. Vagamundo:

Cuando éramos pequeños nos enseñaron que, aunque se refiriera a una persona que vaga por el mundo, el término correcto no era ‘vagamundo’, sino ‘vagabundo’. Bueno, pues ambos están aceptados por la RAE. Nos engañaron.

6. Bluyín:

En referencia a un pantalón vaquero, la RAE no sólo acepta su uso, sino que lo recomienda en Latinoamérica, donde es verdaderamente común. La palabra nace de una adaptación del inglés: «blue jean» a «bluyín».

7. Dotor:

‘Doctor’ y ‘Dotor’ están aceptadas, aunque la segunda, se matiza, es para un uso vulgar.

8. Arremangar:

Aunque ‘remangar’ está más extendido y se considera más acertado, la verdad es que la RAE da por bueno el término ‘arremangar’, considerado ‘cateto’ por muchos.

9. Culamen:

La polémica surgió hace poco, cuando la RAE aceptó este término y lo dio por válido. Para algunos es excesivamente despectivo y vulgar, pero desde hace un tiempo es legítimo lingüísticamente utilizarlo.

10. Setiembre y otubre:

Aunque suene raro y en ningún lugar se dé por correcto, lo cierto es que los meses de ‘septiembre’ y ‘octubre’ pueden escribirse sin la ‘p’ y la ‘c’ respectivamente.